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Los depósitos metálicos con funda completa están completamente revestidos con una funda que protege tanto la chapa como el agua almacenada.
Proporcionan una mayor resistencia a la corrosión por lo que son ideales en situaciones donde se necesita una protección adicional como en el caso de uso de productos corrosivos.
Principales características de los depósitos metálicos con funda completa
Resistencia a la corrosión: Los depósitos metálicos con funda completa ofrecen una protección total contra la corrosión tanto para la chapa metálica del depósito como para el agua almacenada. Esto es especialmente importante en proyectos donde se manipulan productos corrosivos como purines, alpechín o agua con alto contenido de hierro. La funda completa garantiza que no haya contacto directo entre el metal y los productos corrosivos, prolongando la vida útil del depósito.
Ahorro de tiempo en el montaje: Al no tener que esperar a que el hormigón fragüe, el montaje de todas las virolas se realizaría una vez finalizada la cimentación, lo que significa que no es necesario realizar dos visitas a la instalación.
Ahorro en cimentación: Al utilizar depósitos metálicos con funda completa, se puede lograr un ahorro significativo en la cimentación. La funda actúa como una capa protectora adicional, lo que permite que la cimentación sea más básica. En lugar de requerir una base de hormigón compleja, generalmente se utiliza una capa de hormigón de limpieza en combinación con arena compactada en el centro del depósito. Esto no solo reduce los costos de construcción, sino que también acelera el proceso de instalación.
Estanqueidad: Cuando el depósito lleva funda completa se garantiza el 100% de estanqueidad.
Cada proyecto puede tener requisitos y consideraciones únicas, por lo que es esencial evaluar cuidadosamente las necesidades antes de seleccionar el tipo de depósito más adecuado.
