El Consejo de Gobierno ha acordado inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural, con la tipología de Monumento, el antiguo Silo de Córdoba. El edificio, construido en los años 40 del pasado siglo con una lograda combinación de los estilos neomudéjar y racionalista, está estrechamente ligado a la historia, al patrimonio industrial y a la imagen de la ciudad.
Este antiguo depósito de grano, uno de los primeros levantados de la Red Nacional de Silos y de los mejor conservados en su categoría, comenzó a construirse en 1943 siguiendo el proyecto del ingeniero agrónomo Carlos Ynzenga Caramanzana y en el marco del programa que trataba de paliar la escasez de cereal tras la Guerra Civil. Inaugurado en 1951, tenía capacidad para 15.000 toneladas y contaba con modernas instalaciones de limpieza, selección y desinfección de la semilla, así como de equipos para el desgranado y desecación del maíz. En funcionamiento durante medio siglo, llegó a acoger hasta 4.000 trabajadores.
El Silo mantiene en buen estado su maquinaria y los elementos definitorios de la arquitectura diseñada para el Servicio Nacional de Trigo. Se trata además del inmueble más alto de la capital y fue concebido como colofón de un gran proyecto urbanístico que incluía el trazado de la avenida Medina Azahara. Más que con otros edificios de función semejante, enlaza estilísticamente con inmuebles neomudéjares de la misma época, como la cercana Facultad de Veterinaria, hoy Rectorado de la Universidad.
Además del edificio principal, la declaración como Bien de Interés General comprende el resto de inmuebles anejos: la antigua casa del director, la casa del jefe de estación, un almacén adyacente y una caseta de servicios.
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